Resumen del Curso
Las emociones condicionan los comportamientos, y están reguladas por nuestro cerebro. La empatía es una capacidad fundamental para desenvolvernos de forma adecuada en sociedad. Las investigaciones científicas demuestran que la felicidad resulta muy beneficiosa ya que potencia los recursos y las herramientas que permiten hacer frente a los altibajos que se
producen, de forma natural, a lo largo de la vida.
Temario y Desarrollo del Curso
1. Neurociencia de las Emociones
1.1. Biología del miedo y la tristeza
1.2. Ira, agresión y violencia: aspectos neurocientíficos
2. La empatía
2.1. Concepto de empatía
2.2. ¿Quién carece de empatía?
2.3. Cerebro y empatía
2.4. Cooperación y empatía
2.5. Empatía y violencia, ¿dos caras de la misma moneda?
2.6. Estrategias para mejorar la empatía
3. Bases neurocientíficas de la felicidad
3.1. La fuerza del yo
3.2. El placer de los sentidos
3.3. Las relaciones con los demàs
3.4. Evita lo que te impida ser feliz
"Las personas empáticas son más queridas y más felices"
Luis Moya Albiol
"La gente lo que quiere es ser feliz y continuar siéndolo a lo largo de toda la vida"
Sigmund Freud
Las emociones guían nuestro comportamiento en general, y resultan fundamentales para la toma de decisiones y para gestionar nuestra vida. Todas ellas tienen su sede en el cerebro, en el entramado de redes nerviosas que se activan ante determinadas situaciones. La empatía es una capacidad fundamental para desenvolvernos de forma adecuada en sociedad. Nos permite entender mejor a los otros y nos ayuda a alcanzar tanto el éxito personal en las relaciones con la familia y los amigos, como el profesional, favoreciendo que seamos más sensibles a las necesidades y deseos de aquellos con los que trabajamos. Las personas más empáticas son con mayor probabilidad más felices. Se hace necesaria por tanto, una educación en empatía como forma de prevenir la violencia. Además todo ello tiene grandes repercusiones en el mundo empresarial y en las organizaciones, ya que aumenta considerablemente el rendimiento y la satisfacción y motivación en el trabajo, así como el clima laboral y las relaciones con los demás. Con tantas ventajas, sin embargo, la empatía es un tema prácticamente inexplorado.
La búsqueda de la felicidad es universal y tan antigua como la humanidad, que la ha perseguido incesantemente desde sus orígenes. Este deseo de ser feliz es tan importante que, en la actualidad, algunos países han empezado a medir su desarrollo en función del Índice de Felicidad per cápita. Además, en las últimas décadas la ciencia de la Psicología ha pasado de estudiar solo los trastornos de la mente y su tratamiento a descifrar cómo se puede conseguir un funcionamiento óptimo de la mente que nos permita vivir felices. Esta última ciencia se denomina Psicología Positiva.
En la actualidad se está investigando cómo se origina la felicidad y los sentimientos agradables que la acompañan: satisfacción, esperanza, optimismo y alegría. Gracias al gran avance en el conocimiento sobre el cerebro se sabe que la felicidad no es un estado al que se llega por azar, sino que es el resultado de la actividad de unos circuitos cerebrales diseñados por la evolución para producir este estado de bienestar. Por tanto, la felicidad es un producto del cerebro, que puede estudiarse científicamente como cualquier otra función de la mente humana. El conocimiento sobre qué activa estos circuitos permite actuar, de forma voluntaria, en nuestro beneficio. Sabemos que el cerebro está en constante cambio a lo largo de toda la vida, lo que se denomina neuroplasticidad, sin importar la edad que tengamos o las vivencias que hayamos tenido. Por ello, mediante el control de los pensamientos y los actos, se puede conseguir que se produzcan aquellos cambios cerebrales que hacen que nos sintamos felices.
De tal manera que este conocimiento, basado en las últimas
investigaciones en Neurociencia y Psicología sobre la neuroplasticidad del cerebro, nos posibilita reestructurar nuestro cerebro para controlar nuestras emociones y disfrutar de un mayor bienestar y felicidad. Las investigaciones científicas demuestran que la felicidad resulta muy beneficiosa ya que potencia los recursos y las herramientas que permiten hacer frente a los altibajos que se producen, de forma natural, a lo largo de la vida. Además, mejora la capacidad intelectual y la motivación, potencia la creatividad y aumenta el interés por el mundo, la cooperación y la empatía, siendo, también, muy beneficiosa para la salud.